domingo, 20 de mayo de 2018


(el frío de mayo)

el sol de mayo
no vino esta mañana
con sus ardientes alas
con sus amarillas plumas
y el puro aire  el frío
me enreda el pecho
con mil látigos de acero

miércoles, 16 de mayo de 2018


      (las muchachas)

las muchachas de esta ciudad
son como las más puras gacelas
sonríen vaporosas
y una sombra de pájaros
cruje en la sangre
tan lentamente    
como el pulso del agua   
cuando la fuente rebosa 

martes, 15 de mayo de 2018


BALADA PERDIDA

                               Ningún eco me llega de tus besos, ningún fuego tenebroso de tu boca, ningún fragmento de tus ojos lejanísimos, ningún trébol marchitado por tu sombra, ningún sueño breve ni suspiro de tu aliento.
                               Fue mortal el amor, más mortal que las nutridas madreselvas que estallaron en tu vientre, más mortal que la sangre cayendo desde el oro, todavía más mortal que el fuego arraigado sobre el hielo.
                               ¿Quién arrojó la estrella que cayó sobre tu frente? ¿Quién recogió mis ojos para tritúralos en la hoguera? ¿Quién dibujo tu ausencia entre mis huesos, como un sello mortal que me arrastra hasta la sombra? ¿Quién heredó a mi pecho el crucifijo suicida de tu olvido?
                               Ahora recorro estos caminos tras tu marcha, recogiendo piedras del desierto, pájaros enfermos, tumbas, fantasmas. Ahora trajino a orillas del abismo de tu nombre, buscando un signo de meteoro entre tus huellas. Ahora me enredo entre las madejas silenciosas de tu ausencia.


(hay belleza)

toda la belleza del mundo
levita en una flor de calabaza
en la que habita un relámpago
y en cuyo centro florece
el corazón de mi madre.
vivo en los ojos de mi madre
que me miran y quieren ser
bengalas encendidas
en mi sangre que navega
hacia los confines de la vida.
hay belleza
en los ojos de mi madre 


(es tristes)

es triste mirarse a los espejos
y no encontrar la forma de tu rostro. 
ahí tus manos tan pequeñas y tan torpes   
moviéndose en el vértigo   
como caricias que atraviesan invisibles
la garganta de la rosa.  
tu cuerpo es apenas tu nostalgia 
un poco de aserrín sobre el asfalto; tus piernas
reclinadas hacia el fondo, como las columnas
de una casa desbastada por el viento.

no hay belleza duradera entre las rosas 
ni memoria permanente en los espejos.